Pliegues aún Flameantes
Tiempo que no comprende,
Ser, al límite del núbil
En la habitación un candil
Con un candor que sorprende
Cuerpo con pliegues transidos
Percibo en sus pupilas estupor
La delata el sudor
Cuerpos comprimidos
Mi corazón aún grávido
Y mis movimientos aún retozantes
Mas tú solo ves una oquedad
Tu amor es fingido
Nunca como el de antes
Ven de nuevo vieja amiga, Soledad.